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Un estudio de IE revela que las empresas están tardando en aprovechar las ventajas de los MOOCs

En la revista Harvard Business Review, Monika Hamori explica cómo los empresarios pueden utilizar los MOOCs para ayudar a sus empleados a desarrollar sus habilidades.

En los últimos diez años, la utilización y credibilidad de los cursos online masivos abiertos (MOOCs en sus siglas en inglés) por parte de los trabajadores que buscan desarrollar sus capacidades ha ido en aumento. Sin embargo, destaca la lentitud con la que los empresarios han recurrido a la plataforma online para desarrollar las habilidades de sus empleados en el centro de trabajo. Paradójicamente, estos empleados están recurriendo a los MOOCs porque sus empresas no les ofrecen lo que ellos consideran formación adecuada sea cual sea el formato, según el nuevo estudio realizado por la profesora de IE, Monika Hamori. En su reciente artículo en la Harvard Business Review “Can MOOCs Solve Your Training Problem?” (¿Pueden los MOOCs solucionar tus problemas de formación?) (enero/febrero 2018), Hamori escribe lo siguiente:

“´... más de un tercio de 1.481 empleados que recibían formación  – sobre todo altos directivos y trabajadores del conocimiento que estaban realizando cursos online  –  afirmaron que no habían recibido ninguna formación por parte de sus empresas en los 12 meses anteriores. La situación es aún peor si se analiza lo que está ocurriendo con los trabajadores en términos generales. En Estados Unidos, la proporción de empleados que recibieron formación financiada por sus empresas se redujo del 21% en 2001 al 15% en 2009 (según los datos más recientes disponibles). Y no se puede echar la culpa a los ciclos económicos: el declive ha sido mayor durante los ciclos de crecimiento que durante las épocas de recesión.”

Dado que los trabajadores están recurriendo cada vez más a los MOOCs para mejorar o adquirir competencias en su tiempo libre, parecería lógico que las empresas potenciaran ese interés. De hecho, Hamori relata que algunas compañías como AT&T, GE, L'Oréal y Marks & Spencer están trabajando con proveedores de MOOCs para mejorar la formación de sus empleados, y empresas como McKinsey y Microsoft incluso están creando sus propios contenidos. Sin embargo, la mayoría de las empresas simplemente no han utilizado los cursos online para contribuir al desarrollo de sus empleados.

La profesora Hamori basa sus afirmaciones en una recopilación de datos procedentes de más de 28.000 estudiantes en 127 países para determinar porqué las empresas están tardando en aprovechar las ventajas de los MOOCs. Los motivos pasan por la ignorancia – es decir, simplemente no eran conscientes de que sus empleados estaban haciéndose cargo de su propia formación y por tanto de su propio desarrollo, – hasta el rechazo de los MOOCs como una alternativa viable a una capacitación formal. Además, los empresarios encuestados mostraron su preocupación de que los trabajadores pudieran llevar sus nuevos conocimientos a otra empresa. Sin embargo, esto no tiene fundamento, como explica Hamori:

"Aproximadamente el 67% de los encuestados que recibían formación afirmaron que pensaban aplicar sus nuevos conocimientos y competencias en sus puestos de trabajo o en sus empresas actuales (y el 27% manifestaron que tenían previsto utilizarlos de forma exclusiva en su puesto de trabajo o empresa). No obstante, solo el 5% recibieron ayuda financiera por parte de su empresa, a solo un 8% se les concedió tiempo libre para estudiar, y solo el 4% lograron que el contenido del curso se incluyera en sus evaluaciones de desempeño.”

Cuando las empresas reconocen las oportunidades que brindan los MOOCs, ¿cómo pueden aprovecharlos para desarrollar las habilidades de sus trabajadores?

  • Los altos directivos deberían ofrecer mayor apoyo a los esfuerzos en materia de formación y desarrollo además de organizar y promover el conocimiento e utilización de los MOOCs dentro de los canales corporativos.
  • Los departamentos de formación y desarrollo de la empresa deberían evaluar los cursos.
  • Los directivos, e incluso los compañeros de trabajo, podrían actuar como formadores sustitutivos y como defensores de los MOOCs.
  • Las evaluaciones de desempeño deberían incluir las actividades realizadas en los MOOCs.

Para más información, lean el artículo de la Harvard Business Review de Monika Hamori aquí.