Nathan Blecharczyk, Airbnb: “Cualquier avance tratará de reinventar la experiencia de usuario”

Cómo atraer talento a las organizaciones, cómo gestionar el crecimiento, qué tecnologías van a ser capaces de mejorar la experiencia de usuario o cómo devolver a la sociedad parte de lo que la empresa recibe de ella son algunos de los temas que Diego del Alcázar Benjumea, vicepresidente ejecutivo de IE University, aborda en esta entrevista con Nathan Blecharczyk, cofundador y director general de tecnología (CTO) de Airbnb.

Nathan Blecharczyk Airbnb Cualquier avance tratara de reinventar la experiencia de usuario

Diego del Alcázar Benjumea: Tanto tú como tus socios fundadores sois muy jóvenes. Podríamos decir que sois millennials, al igual que Mark Zuckerberg, Daniel Ek… ¿Cómo están atrayendo este talento las organizaciones?

Nathan Blecharczyk: Al analizar a quienes se acercan a Airbnb y la relación que establecen con nosotros, observamos un gran contraste entre los millennials y las personas de más edad. Los primeros se entregan sin reservas, mientras que a los segundos también llega a gustarles, pero son mucho más resistentes al cambio. Creo que es porque los millennials crecieron con Internet y en un período de grandes cambios tecnológicos, por lo que están acostumbrados a ellos y les gusta estar a la vanguardia.

Para atraerlos hacia las organizaciones es necesario comenzar diseñando una gran visión sobre cuál va a ser el impacto en el mundo. No es solo un trabajo; es algo así como una llamada. También observamos una mayor interacción entre el trabajo y la vida personal, por lo que tratamos de crear un entorno lo más flexible posible, que permita a las personas trabajar duro, pero también tomarse su tiempo cuando lo necesitan.

 

Diego del Alcázar Benjumea: Airbnb es ya una gran empresa, pero supongo que habréis afrontado muchos desafíos hasta llegar aquí. Uno de ellos es el de los roles en la organización. ¿Cómo lo estáis gestionando?

Nathan Blecharczyk: Hemos experimentado un “hipercrecimiento”. Suena genial, y lo es, pero también es una fuente de problemas. Cuando más lo sentimos fue en 2011, ya que comenzamos el año con 35 empleados y lo finalizamos con 400, lo que supone un gran desafío, ya que ni siquiera teníamos equipo ejecutivo ni managers. Esto funciona bien mientras tienes 35 empleados y todos cabemos en una misma habitación, pero no cuando somos 400. Es como si viajas en un autobús y, de repente, te quedas sin ruedas, pero no puedes detenerte para reponérselas y, además, ¡vas cada vez más rápido! En ese momento la comunicación se vuelve muy importante para asegurarse de que todo el mundo conoce y entiende los objetivos.

Para atraer a los ‘millennials’ hacia las organizaciones es necesario comenzar diseñando una gran visión sobre cuál va a ser el impacto en el mundo. No es solo un trabajo; es algo así como una llamada.

Diego del Alcázar Benjumea: Estáis también en China. Se trata de un mercado muy desafiante, ¿no es así?

Nathan Blecharczyk: Desde nuestros inicios, Airbnb ha sido siempre una plataforma abierta en la que cualquier persona del mundo podía registrarse. Por tanto, teníamos también usuarios en China. Sin embargo, el verdadero despegue de este mercado se produjo cuando empezamos a centrarnos en él.

Lo primero que tuvimos que hacer fue adaptar el producto, porque, como sabes, China tiene un cortafuegos en la Red para determinada información. Esto afecta el rendimiento, ya que nuestra web depende del código abierto de Facebook y Google, que no están permitidos en China, por lo que tuvimos que invertir dos años para solucionarlo y pasar a integrarnos con proveedores de servicios locales. En cuanto lo hicimos, el crecimiento explotó. Realmente, China ha sido el mercado de más rápido crecimiento para nosotros.

El siguiente reto fue la competencia local. China es un mercado enorme y probablemente el más competitivo del mundo. Las empresas locales tienen ventajas, ya que pueden moverse más rápido, además de estar dispuestas a invertir más dinero. En ese momento pensamos que nuestra gran ventaja consistía en que éramos la única empresa en China que podía llevarte a otros 191 países y ofrecerte tres millones de hogares. Ninguna empresa local podía hacer eso.

Por otra parte, cuando la gente viaja con Airbnb, lo que aprecia es la experiencia. Nuestra estrategia no fue luchar por el mercado interno. Simplemente, sucede. Si la gente recurre a ti para viajes al extranjero, la próxima vez que viaje, aunque sea dentro del país, posiblemente piense en ti antes que en el proveedor local. Esta estrategia nos ha ido muy bien y hemos experimentado un notable crecimiento.

 

Diego del Alcázar Benjumea: Eres ingeniero y buena parte de tu equipo técnico también lo es. ¿Cómo crees que la tecnología está configurando el futuro del turismo? ¿Qué tipo de tecnologías se están aplicando o se aplicarán en este sector? Entiendo que entre ellas estarán la inteligencia artificial, el big data, etc.

Nathan Blecharczyk: Todo comienza con la experiencia del usuario, por lo que cualquier avance tratará de reinventar esa experiencia. En realidad, creo que la experiencia hoy es impersonal, no es efectiva, y la tecnología puede desempeñar un importante papel en la creación de esos nuevos tipos de experiencias que imaginamos. Ciertamente, el móvil y el GPS son grandes facilitadores, al igual que todas las aplicaciones y servicios en el entorno de los viajes.

Mirando un poco más al futuro, lo siguiente será la inteligencia artificial, ya que, como en todos los ámbitos, a la hora de viajar lo realmente difícil es filtrar la enorme cantidad de información que existe y conseguir lo que es relevante para uno. Creo que la inteligencia artificial puede ayudar en ese ámbito.

Como comentas, mi formación es en ingeniería, pero mi papel ha evolucionado a lo largo de los años. Hoy en día mi papel es más el de chief strategy officer, porque, después de nueve años, así es como puedo realizar una mayor contribución a la organización, ya que contamos con cientos de ingenieros y gestores realmente buenos.

Por otra parte, me doy cuenta de que hay algunas cosas que realmente solo un cofundador puedo hacer. Por ejemplo, ayudar a tomar decisiones en las que la responsabilidad no está clara o que se queda entre las grietas. ¿Cómo es nuestra relación con la comunidad? ¿Cómo nos aseguramos de demostrar calidad en todo lo que hacemos? Me centro mucho en estos temas que exigen una colaboración multifuncional, ayudando a reunir a los equipos y a hacer que avancen aquellas cosas en las que mi autoridad moral como cofundador puede ayudar.

A mí lo que realmente me apasiona es invertir en los jóvenes. Hay mucho potencial a esa edad. Invertir en esos jóvenes cuando están en su momento de máxima curiosidad sería algo realmente impactante.

Diego del Alcázar Benjumea: Sobre la realidad virtual, ¿crees que podremos llegar a tener experiencias reales o algo parecido a partir de ella?

Nathan Blecharczyk: Creo que sí y que no al mismo tiempo. La realidad virtual es un nuevo desarrollo muy interesante y es genial, pero tiene sus limitaciones. Cuando se trata de viajar, lo realmente interesante es salir y experimentar por uno mismo, por lo que no creo que la realidad virtual llegue a ser algo auténtico. Sería una manera estupenda tal vez de previsualizar una experiencia o bien un sustitutivo si realmente no se puede realizar el viaje.

 

Diego del Alcázar Benjumea: Nathan, te has unido al Giving Pledge y me gustaría saber cuál es tu enfoque en este aspecto de tratar de devolver a la sociedad una parte de lo que has recibido. Eso es algo sobre lo que en Estados Unidos hay una cultura increíble y que en Europa se está tratando de impulsar.

Nathan Blecharczyk: Creo que he alcanzado más éxito del que jamás habría imaginado y sé que he recibido más de lo que quizá merezco. Lo que me motiva es causar un impacto en el mundo. Por tanto, tengo que pensar cómo puedo tomar este regalo y reinvertirlo. Esto me llevó a firmar el Giving Pledge, que Bill Gates y Warren Buffett pusieron en marcha y que consiste básicamente en la promesa de dar la mitad de tu riqueza o más a lo largo de tu vida.

Sé que lo he firmado un poco pronto para mí, ya que toda mi riqueza está en acciones; no dispongo de liquidez. Sin embargo, sé que adquiero esa gran responsabilidad y quiero comprometerme desde ahora para cuando llegue el día en el que realmente pueda hacer yo ese regalo.

A mí lo que realmente me apasiona es invertir en los jóvenes, debido a mi historia personal. Comencé a la edad de doce años y pienso que ese fue el momento clave. Hay mucho potencial a esa edad y, sin embargo, a menudo no nos damos cuenta de ello hasta más tarde. Invertir en esos jóvenes cuando están en su momento de máxima curiosidad sería algo realmente impactante.

 

© IE Insights.

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