Ignacio Gomá Garcés

Entrevistamos a Ignacio para que nos cuente más sobre su libro.

¿Qué son las criptomonedas?

La definición que uno le dé depende en realidad del propósito de la definición. En términos generales o, digamos, coloquiales, Bitcoin debe considerarse una criptomoneda. Sin embargo, tal y como advirtió en 2015 el Banco Central Europeo en un informe titulado “Virtual Currency Schemes. A further analysis”, Bitcoin debe considerarse una representación digital de valor. A efectos civiles, por ejemplo, pudiera considerarse un bien mueble digital. 

¿Cómo nació tu interés por el Bitcoin? ¿Qué te llevó a escribir este libro?

Fue todo fruto de una serie de causalidades que comenzó precisamente en IE Law School, mientras cursaba el Máster en Asesoría Jurídica de Empresas. Existía la posibilidad de realizar un trabajo de investigación optativo, que se conocía como Independent Study, y yo propuse a la escuela investigar sobre la “contratación electrónica”. Me dijeron que era interesante, pero que se trataba de un tema demasiado amplio. Mientras pensaba cómo acotarlo y muy cerca de que expirara el plazo para presentar una nueva propuesta, durante una comida familiar mi padre me sugirió que dedicara mi trabajo a estudiar las implicaciones jurídicas “de una nueva moneda que ha salido hace poco y de la que me habla mucho un abogado que viene de vez en cuando por mi notaría”. Ese abogado es hoy el autor del prólogo de mi libro.

Lo que sucedió es que, poco a poco y de manera insospechada, comenzaron a surgir nuevas oportunidades hasta que, finalmente, Editorial Rasche me ofreció la posibilidad de publicar un libro, basándome en el trabajo publicado en IE Law School. Y, por supuesto, acepté. El pasado mes de enero publiqué el libro bajo el título “¿Qué es realmente Bitcoin?”.

¿Cuáles son los grandes retos jurídicos que están por resolverse con respecto al Bitcoin? ¿Y al blockchain? ¿Qué propones como solución?

Prácticamente, todos. En mi condición de jurista, considero que los retos más importantes y urgentes son la prevención del blanqueo de capitales, la evasión fiscal y la protección de los consumidores. Amparándose en el anonimato (relativo) que confieren estos nuevos fenómenos tecnológicos, muchos lavan dinero procedente de actividades ilegales y muchos otros evitan pagar impuestos. Además, la inversión en estas criptodivisas por parte de consumidores sin conocimientos adecuados puede dar lugar a resultados indeseables con los que este país ya se ha visto obligado a lidiar durante la última década. Creo que las administraciones públicas deberían resolver estas cuestiones a la mayor brevedad, a fin de evitar un daño mayor en el futuro del que, además, con un poco de mala suerte podrían terminar responsabilizándose.

Por otra parte, los retos de Blockchain son, hoy por hoy, incalculables. De esta poderosa tecnología surgen difíciles cuestiones desde el punto de vista jurídico (y surgirán más), como qué es un smart contract (¿es realmente un contrato?), qué son las ICOS y qué regulación debe resultarles de aplicación o de qué manera la famosa cadena de bloques puede ser de una gran utilidad para los servicios de pago bancarios.

En tu opinión, ¿qué país lleva la delantera en la legislación y regulación del Bitcoin? ¿Por qué?

En general, la regulación de Bitcoin no es demasiado avanzada en ningún país del mundo. Pienso que es más adecuado distinguir entre el carácter permisivo o restrictivo de la regulación de cada país. Australia y gran parte de Europa son ciertamente tolerantes con esta criptodivisa, mientras que otros países, como Rusia, China, Venezuela o Bolivia, restringen o incluso prohíben el uso de Bitcoin. Sí considero que Reino Unido está enfocando estas nuevas tecnologías de manera inteligente: está fomentando su investigación entre inversores cualificados y en colaboración con la Administración, a través de los conocidos mecanismos de sandbox, que permiten crear un entorno seguro para la experimentación. Esta fórmula, en mi opinión, permite investigar las virtudes de estas tecnologías de manera cauta, sin trasladar a los consumidores los riesgos inherentes a ésta y sin necesidad de asfixiar el emprendimiento.

¿Cómo ves el Bitcoin en los próximos 5 años?

Aunque me resulta dificilísimo elegir entre los distintos escenarios que contemplo como posibles, mi impresión es que el potencial tecnológico de Blockchain, así como la enorme competencia que está surgiendo en este inseguro mercado de las criptodivisas, se traducirá en una disminución considerable del interés de los usuarios por Bitcoin.