Miguel Vaquero
Me llamo Miguel Vaquero y soy de Ourense, Galicia. Siempre me ha intrigado cualquier tema relacionado con la ciencia y la tecnología, por eso decidí dedicarme a la investigación. Aunque empecé estudiando física, me cambié a la carrera de matemáticas un año después porque me fascinaban el razonamiento abstracto y la versatilidad de esta ciencia, que le da una base sólida a casi todo y prepara el camino para estudiar otras disciplinas. Cuando terminé el grado y el máster, tomé la decisión empezar el doctorado... en mitad de la pandemia. Esto fue lo que me trajo a la apasionante ciudad de Madrid, donde descubrí una de mis nuevas pasiones: la enseñanza.
"El éxito se consigue cuando te comprometes con algo que te gusta de verdad"
Las matemáticas, la pasión de toda una vida
Miguel Vaquero es uno de los pocos afortunados que siempre ha sabido lo que le apasiona en la vida. Navegó por el mundo de la ciencia y las matemáticas en el grado y el máster, y ahora lo está haciendo en el doctorado. Pero Miguel asegura que su carrera de investigación no va a acabar cuando termine el doctorado, sino que está decidido a pasarse la vida aprendiendo y enseñando.
La primera vez que se vino a vivir a Madrid fue para trabajar en el ICMAT (Instituto de Ciencias Matemáticas), uno de los principales centros de investigación de España. Allí pudo sumergirse en el ambiente perfecto: un entorno que le resultaba muy estimulante y que lo ayudó a conocer a grandes científicos, que le dieron las herramientas que necesitaba para triunfar como investigador. Esta experiencia también le dio la oportunidad de visitar otras instituciones, como el Pacific Institute for the Mathematical Sciences de Vancouver o la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
En ese momento, le dieron la oportunidad de dar clase en la Universidad Autónoma de Madrid, y esa fue la experiencia que le abrió la puerta del mundo de la enseñanza.
Desde entonces, Miguel no ha dejado de dar clase. Empezó a trabajar en la prestigiosa Universidad de California, en San Diego, y allí pasó tres años enseñando y participando en un grupo de investigación. Trató temas tan interesantes como la teoría del control, la optimización y la relación entre las matemáticas y la ingeniería, y pudo combinar la investigación básica con la aplicada. También se dedicó a asesorar a estudiantes.
Después de pasar tres años en California, una experiencia que “nunca olvidará”, pasó a trabajar como profesor a tiempo completo en IE University en mitad de la pandemia. Estaba más que contento con la posibilidad de seguir investigando y transmitiendo sus conocimientos a unos alumnos con ganas de aprender.
Lo que a Miguel le gusta de IE University es la manera en que se relacionan la teoría y sus aplicaciones, justo lo que ha estudiado durante toda su carrera. También le asombra la diversidad que hay en las aulas, a las que vienen alumnos con experiencias diversas y aspiraciones profesionales distintas. La interdisciplinariedad de IE University le permite adaptar los modelos matemáticos para resolver los problemas del mundo real y plantear nuevos retos matemáticos en función de las aplicaciones. Para Miguel, es crucial enseñar pensamiento crítico y razonamiento abstracto a sus alumnos mediante la comprensión de las matemáticas y sus estructuras, ya que es una forma de complementar las habilidades de los alumnos y de prepararlos para el futuro.
Aunque las matemáticas y la investigación son sus grandes pasiones, también tiene otros hobbies. En su tiempo libre, le gusta salir a correr, hacer senderismo y pasar tiempo con sus amigos. También le encanta leer y viajar, dos pasiones que ha podido combinar con su vida académica.
¿Cuál es la clave del éxito para Miguel? “Comprometerse con algo que te guste de verdad porque, si no, no lo podrás dar todo de ti ni ser perseverante. No te cierres a ninguna solución para resolver los problemas que te vayan surgiendo. Y busca un entorno que se ajuste a tus metas y te proporcione las herramientas y las oportunidades que necesitas para triunfar”.
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