Información para Padres y Madres

"Pude consultar las dudas que tenía sobre las clases con mi mentora, y ella me ayudó a organizarme el horario. Le pude preguntar de todo: cómo prepararme para el semestre, cómo gestionar el tiempo y hasta cómo es el invierno en España".

"En poco tiempo pude no solo crear una red de contactos con muchos de los otros mentores, sino también con mis mentorandos. He hecho muy buenos amigos y me lo he pasado muy bien en las cenas que hacíamos cada dos semanas. Creo que la Mentorship Society ha mejorado mi capacidad para guiar y compartir, por lo que he conseguido desarrollar mis dotes de liderazgo".

"Sin duda, mi mentora me ayudó a prepararme para el programa que estoy cursando. Sé que será duro, pero hablar con ella me hizo darme cuenta de que, si me organizo bien el tiempo, puedo sacarlo todo adelante".

"He aprendido que, a veces, a la gente le cuesta abrirse y pedir ayuda, y eso no significa que no la necesiten o que no les interese hablar. Simplemente, hay personas menos extrovertidas que tardan más en sentirse cómodas contigo. También he aprendido que, en esos casos, lo mejor es tener paciencia y mostrarle a la otra persona que no te importa esperar a que esté lista; que estarás disponible aunque tarde un mes en contactar contigo por primera vez".

"Me gustaría unirme al programa como mentor el año que viene porque me ha parecido muy útil. Sin él, me habría resultado mucho más difícil entender cómo funciona la universidad, comprender cómo son los profesores y las asignaturas y, en general, adaptarme. Además, poder hablar con alguien antes y después de que empezara el semestre ha estado muy bien".

"Ha sido muy bonito lo de ser mentor y ayudar a estudiantes que al principio estaban nerviosos y algo perdidos y ahora están muy contentos y se sienten más seguros de sí mismos".