Autores: Antonio Aloisi; Pilar Galeote, Nicolás Parra-Herrera.
Este estudio examina el ecosistema de la profesión jurídica, centrándose en la interacción entre la tecnología, la innovación y las competencias. A través de una encuesta realizada a 460 profesionales del derecho de las principales firmas en España, se analiza cómo los abogados perciben y responden a los desafíos y oportunidades asociados con los avances tecnológicos. Este estudio es uno de los primeros en abordar esta población y región, ofreciendo nuevas perspectivas sobre la transformación del ejercicio legal y la implementación de iniciativas novedosas en la formación jurídica.
La innovación, tal como se presenta en este estudio, va más allá de la visión reduccionista que la equipara únicamente con la tecnología. En cambio, la innovación incluye repensar las estructuras organizativas y fomentar habilidades centradas en lo humano (por ejemplo, negociación, comunicación, liderazgo y gestión) para aprovechar al máximo las herramientas digitales. Al adoptar un enfoque integrador de la innovación —donde la tecnología y las habilidades blandas se combinan— los profesionales del derecho pueden obtener una ventaja competitiva y sobresalir en un entorno profesional cada vez más dinámico y orientado a la tecnología.
Los resultados del estudio demuestran que la inteligencia artificial es vista, en gran medida, como una herramienta que complementa, en lugar de reemplazar, las habilidades jurídicas exclusivamente humanas. Además, el estudio introduce el modelo TIE Lawyering, que destaca tres dimensiones fundamentales para los abogados modernos: el dominio de la tecnología (T), las habilidades interpersonales (I) y sólidos estándares éticos (E). Este modelo subraya la necesidad de equilibrar la competencia tecnológica con las habilidades esenciales para lograr una verdadera innovación en la práctica legal.
Este estudio contribuye a cerrar la brecha entre la teoría y la práctica, abogando por una redefinición de la innovación en el ámbito jurídico que abarque dimensiones organizativas, interpersonales y tecnológicas. A medida que la profesión legal continúa evolucionando, las ideas aquí presentadas ofrecen una hoja de ruta prometedora para fomentar una innovación significativa y sostenible, asegurando que los abogados estén preparados para el futuro.