Tancrède Thoma
Me llamo Tancrède Thoma, pero mis amigos me llaman Tanc. Me apasiona todo lo creativo, sobre todo la música y los audiovisuales.
Empecé a estudiar administración de empresas en la Universidad de Erasmo, en Róterdam, pero muy pronto descubrí que no me apasionaba. Mi sueño era trabajar en la industria creativa y, aunque un título en administración de empresas me habría sido útil, no era mi pasión. Tras investigar otras carreras, me decidí por el Grado en Comunicación y Medios Digitales de IE University, y no podría estar más satisfecho con mi decisión.
"Disfruté mucho de mi experiencia en LIMUN, y agradezco las amistades que he hecho, el conocimiento que he adquirido y los desafíos a los que me he enfrentado".
Pasión por la creatividad y el debate
Tancrède tiene ascendencia asiática y europea y habla cuatro idiomas, por lo que es un auténtico ciudadano global. Aunque sus principales pasiones son el storytelling y la música, tenía buenos recuerdos de los eventos del Modelo de las Naciones Unidas en los que participó en el instituto. Por eso, aprovechó la invitación de un amigo (que entonces era el presidente del club) para unirse al IE Debate Club. Esto lo llevó a participar en el debate del Modelo Internacional de las Naciones Unidas de Londres (LIMUN), en el que disfrutó mucho.
Viajar y vivir con un grupo de nueve personas fue todo un reto para él, pero Tancrède tuvo la oportunidad de entablar una estrecha amistad con el resto de miembros de su delegación. Tancrède conoció a mucha gente de muchos lugares diferentes, y esto le permitió ampliar su conocimiento del mundo; además, sumergirse en un ambiente que giraba en torno a la diplomacia fue otro aspecto destacado de su experiencia de aprendizaje. Como estudiante de comunicación, también agradeció la oportunidad de explorar la geopolítica, un tema que no está dentro de su ámbito de estudio.
Tancrède siente que el IE Debate Club le ha enseñado mucho sobre la etiqueta, las reglas y las técnicas de los debates del Modelo de las Naciones Unidas. Sin embargo, el estilo que había aprendido era diferente al empleado en LIMUN, donde se premia a los delegados más diplomáticos y no hay apenas confrontaciones. A Tancrède le costó adaptarse a este nuevo estilo, pero su formación previa sí que lo había preparado para negociar y alcanzar acuerdos multilaterales. De hecho, su delegación ganó tres premios y Tancrède recibió una mención honorífica. A pesar de que el viaje fue duro y de que tuvo que convivir con mucha gente en un espacio pequeño, Tancrède se divirtió muchísimo más de lo que esperaba.
Al preguntarle qué consejo daría a los estudiantes interesados en participar en este evento, la primera respuesta de Tancrède fue: "¡No tengas miedo!". Admite que los debates del MUN pueden resultar estresantes, pero los otros delegados son más amables de lo que cabría esperar y, aunque algunos eventos son más competitivos que otros, el ambiente que se respira siempre es agradable. En concreto, LIMUN es una conferencia exigente, pero en la que se hace mucho énfasis en la cooperación y la diplomacia. Tancrède señala que, por muy competitivo que sea el evento, nunca hay malos rollos: los otros delegados compiten con las mismas reglas y no están allí para humillar a los demás o reírse de ellos.
El último consejo de Tancrède es que el estudiante investigue su tema a fondo, ya que es difícil debatir sobre un asunto sin estar preparado. Subraya que, si bien se pueden disimular algunas lagunas con unas buenas habilidades de improvisación, la falta de preparación es difícil de ocultar. Y lo sabe por experiencia: ¡fue un error que cometió el primer día de la conferencia!
