Píldoras de Compliance

Un nombramiento desenfocado

Caso práctico

Joaquín, Director General, propuso hace 2 semanas a Ana, Directora de Asesoría Jurídica interna, ser Compliance Officer del Grupo. Ambos tenían dudas acerca del perfil del puesto, sus cometidos y la dependencia jerárquica del mismo. Quedaron en hablar en 2 semanas para concretar las condiciones del puesto.

Joaquín

"He tenido ocasión de reflexionar sobre tu nombramiento como Compliance Officer con varias personas en la organización. Los responsables de nuestras diferentes áreas de negocio están convencidos de que les puedes ayudar mucho en su día a día, y tienen especial interés en que el Compliance Officer sea una figura próxima a ellos.

Por eso he pensado en que sea un cargo muy vinculado con ellos y que el negocio pueda, en definitiva, valorar esa utilidad."

Ana

"Las personas a las que he consultado coinciden en indicar que la función de Compliance puede verse obligada a emitir opiniones que impacten negativamente sobre determinadas ideas comerciales. Si paso a depender directamente de negocio me será difícil emitir estas recomendaciones, especialmente si ellos evalúan mi desempeño más adelante e incluso influyen en la determinación de mi retribución."

Joaquín

"Tiene sentido lo que dices. Es cierto que entre nuestros responsables de negocio hay algún perfil excesivamente agresivo, y le irá bien que introduzcas un poco de racionalidad."

Ana

"Si quieres que yo desarrolle este cometido, necesitaré que la función de Compliance esté dotada de independencia, lo que también significa, a los efectos que estamos hablando, disponer de una adecuada ubicación jerárquica y de los recursos necesarios para desarrollar los cometidos que se esperan de mí."

Reflexiones

Los intereses de negocio no pueden considerarse separados de los objetivos de cumplimiento, como si fueran dos universos separados y eventualmente en conflicto. Las operaciones de negocio sólo pueden desarrollarse dentro del marco de las normas establecidas por las comunidades donde operan las organizaciones.

En nuestro caso, los responsables de las unidades de negocio piden “flexibilidad” en el cumplimiento de las normas, al creer que los competidores las están interpretando de manera más laxa. Normalmente, este tipo de percepciones tiene su base sobre meras especulaciones. Pero el Compliance Officer no debe ignorar estos mensajes aunque la probabilidad sea aparentemente remota, tal vez los comentarios recibidos obedezcan a la realidad total o parcialmente, y proceda adoptar algún tipo de medida al respecto, incluyendo denunciar a los competidores que desarrollen o toleren conductas ilegales.

Una función de Compliance que no esté dotada de una asignación presupuestaria queda abocada a solicitar recursos continuamente, lo que genera una situación de dependencia poco acorde con la importancia de sus cometidos, susceptible, además, de producirle asfixia en cualquier momento.

Si un tercero independiente quiere obtener indicadores de solidez del modelo de Compliance de una empresa, se fijará en su nivel de independencia y dotación de recursos. Ambos son elementos muy vinculados con el “tone at the top” relativamente fáciles de constatar, que dicen mucho acerca de la seriedad de las estructuras de cumplimiento.

Fuente: Errores de Compliance. KPMG