Los retos del nuevo concepto de movilidad

Todo apunta a que el transporte eléctrico dominará la forma en la que se desplacen las personas por el mundo. En términos de sostenibilidad, es lo más indicado; sin embargo, la rapidez de la tecnología ofrece incertidumbres sobre la estrategia que deben seguir las compañías del sector de la movilidad. Destacar en este ámbito tan competitivo dependerá, en buena medida, de las habilidades y la visión a largo plazo de los directivos.

Los retos del nuevo concepto de movilidad 2000x1131

Uno de los motores económicos de ayer y hoy se ubica en el sector del transporte y en el desarrollo de infraestructuras. La movilidad de personas y mercancías ha sido clave para cualquier actividad desde muchas décadas atrás, contribuyendo enormemente a la riqueza de un país. Invertir en infraestructuras siempre ha tenido un efecto multiplicador del empleo y un impacto en el crecimiento económico nacional de cualquier región. Ahora bien, la revolución tecnológica plantea una serie de retos a gobiernos y empresas respecto a la sostenibilidad en el transporte y en sus redes.

El cuidado del medioambiente se ha instalado como una de las prioridades en la agenda de todos los países y uno de los elementos críticos que se relacionan con este desafío es precisamente el sector del transporte.

 

Tecnologías reñidas con la sostenibilidad y la eficiencia

Visto todo lo que pueden dar de sí las nuevas tecnologías en el contexto industrial, los planes de futuro pasan por adaptar las redes de movilidad a las características de los próximos vehículos que ofrezca el mercado. Las infraestructuras viarias se tienen que preparar para recibir el coche autónomo a medio-largo plazo. Como cualquier disrupción, toda innovación pasa por diferentes etapas hasta su explosión definitiva. En este sentido, la primera de estas fases en las que se encuentra el mundo de la movilidad es la conducción asistida, por lo que próximamente se necesitarán nuevos servicios en las carreteras que puedan interaccionar con los vehículos y así dar definitivamente el salto tecnológico.

En materia ferroviaria, el desarrollo tecnológico se contempla desde aspectos como la seguridad o la experiencia del ciudadano. Gracias a los avances en esta línea, la velocidad de los trenes puede incrementarse en algunos tramos garantizando condiciones de seguridad muy elevadas. A lo anterior hay que sumar las bondades que ofrece el mantenimiento predictivo. Soluciones propias de Internet de las cosas (IoT) generan eficiencias y ganancias muy importantes en la fiabilidad de la red. El beneficio de estas nuevas implantaciones se traslada automáticamente a la experiencia de viaje de los usuarios.

En el transporte aéreo, la tecnología permite avanzar en cuanto a la congestión del tráfico y la seguridad de los aeropuertos. En este ámbito, las herramientas se encuentran en una fase de implantación tan madura que es difícil advertir cambios drásticos a corto plazo.

Soluciones propias de Internet de las cosas (IoT) generan eficiencias y ganancias muy importantes en la fiabilidad de la red. El beneficio de estas nuevas implantaciones se traslada automáticamente a la experiencia de viaje de los usuarios.

La movilidad urbana

Dentro de las ciudades, sí que se vislumbran cambios sustanciales en los próximos tiempos por la irrupción del vehículo eléctrico. Paralelamente a este desarrollo, los centros de control del tráfico aprovecharán las nuevas soluciones digitales para conocer en tiempo real todos los conflictos que se producen en la movilidad urbana. El biga data y el IoT serán herramientas que aportarán un amplísimo conocimiento. El grado de implantación de estas tecnologías dependerá de la capacidad competitiva de las organizaciones que forman parte de esta industria.

Aun así, en el presente ya estamos asistiendo a cambios importantes procedentes de las innovaciones empresariales en el mundo del transporte. La tecnología que incorporan los vehículos actuales dista mucho de la que usaban hace veinte años. Del mismo modo, los materiales de los trenes son cada vez más innovadores, con muchas compañías pujantes alrededor de este negocio.

La brecha en la innovación se da en los ritmos de la transformación que están viviendo otros sectores dependientes del transporte. Ese es el caso de la construcción, cuyo grado de innovación no es tan alto como el de la industria del transporte. Por cuestiones de demandas y eficiencias, los métodos, políticas y estructuras siguen siendo muy tradicionales en el terreno de la construcción.

Tener visión también implica saber moverse en tiempos de incertidumbre como los actuales respecto a las tecnologías que serán dominantes en el transporte y las consecuencias macroeconómicas y culturales que se produzcan.

Las ciudades diversifican los negocios: la visión del líder

La movilidad urbana se ha situado como un objetivo estratégico para muchas compañías. Se espera que surjan nuevas actividades a su alrededor y, por ello, la diversificación se abre paso en sus actividades. Expertos del sector ferroviario ya están añadiendo a su porfolio otras ramas de negocio, como el diseño de autobuses eléctricos. Es solo un ejemplo de las muchas oportunidades que se abren a nivel mundial con el auge de la movilidad eléctrica.

Aprovechar estas opciones que depara el mercado dependerá enormemente de la visión de los líderes que estén al frente de las organizaciones. Se necesitan directivos con nuevas capacidades, diferentes a las de antaño, de forma que la suma de sus conocimientos de distinta naturaleza esté enfocada a las necesidades de la empresa. Es un perfil muy orientado a la tecnología, ya que se trata del elemento crítico para el crecimiento de los negocios.

Además, tener visión también implica saber moverse en tiempos de incertidumbre como los actuales respecto a las tecnologías que serán dominantes en el transporte y las consecuencias macroeconómicas y culturales que se produzcan. ¿El futuro pasa por inundar las ciudades de puntos de carga para vehículos eléctricos o por la sustitución de baterías en los coches? ¿Hay que estar pendiente de la geopolítica? ¿Hacia dónde se debe dirigir la estrategia? Estas y otras cuestiones aún sin respuesta exigen flexibilidad y capacidad de adaptación de los líderes.

 

© IE Insights.

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