Una conversación con el Profesor Joseph H.H. Weiler

Joseph H.H. Weiler, Profesor de la NYU School of Law y profesor invitado en IE Law School, visitó IE donde, además de dar clases, impartió una serie de conferencias y seminarios en los que compartió sus profundos conocimientos, su visión sobre la nueva Unión Europea, su pasión por las humanidades, la literatura y el arte, y su opinión sobre los desafíos que afronta la profesión y la educación jurídica hoy en día.

Joseph H.H. Weiler, Profesor de la NYU School of Law y  profesor invitado en IE Law School, visitó IE donde, además de dar clases, impartió una serie de conferencias y seminarios en los que compartió sus profundos conocimientos, su visión sobre la nueva Unión Europea, su pasión por las humanidades, la literatura y el arte, y su opinión sobre los desafíos que afronta la profesión y la educación jurídica hoy en día.

La idea de un jurista que conoce solamente el derecho nacional es cada vez menos realista. Esto, en sí mismo, es un desafío para el jurista moderno, que debe adaptarse a un mundo diferente.

¿Cuáles son los retos que afrontan los abogados hoy en día?

La globalización y la tecnología. Vivimos en un mundo multicultural donde hay una normativa internacional y/o europea en todos los campos de la actividad jurídica. La idea de un jurista que conoce solamente el derecho nacional es cada vez menos realista. Esto, en sí mismo, es un desafío para el jurista moderno, que debe adaptarse a un mundo diferente.

Otro punto importante es el impacto de la tecnología y la aplicación de la Inteligencia Artificial en materia de derecho. La tecnología no solamente afecta la eficiencia en la investigación y las herramientas digitales, sino que también cambia la manera en la que funcionan los despachos jurídicos y la manera en la que practicamos nuestra profesión. Debemos comprender esta etapa como la revolución industrial en materia de derecho, por lo que debemos aprender a comprender cómo funciona la inteligencia artificial en el sector.

Es cierto que la practica jurídica ha cambiado mucho menos respecto a otras profesiones, pero finalmente la revolución tecnológica es una revolución importante.

 

¿Cómo preparas a tus alumnos para afrontar con éxito estos desafíos?

Enseño siempre desde un enfoque comparativo, internacionalista, y no lo hago solamente cuando enseño Derecho de la Unión Europea, o Derecho del Comercio Internacional, pero en todas las materias que enseño, incluyendo Derecho Constitucional. Por ejemplo, mis alumnos americanos deben comprender lo que pasa en Europa, en Sudamérica y Asia. Es una parte integral de su preparación como jurista. En cuanto a la revolución tecnológica, eso lo dejo a los expertos en el área.

Estás en contacto con alumnos de todas las partes del mundo. ¿Qué aprendes de la riqueza en la diversidad de tus estudiantes?

Lo primero es la diferencia de edad. Cada vez la brecha es más grande (ríe). La verdad es que aprendo mucho del espíritu joven de mis alumnos. Lo segundo, es la sensibilidad cultural, que es mi oxígeno. Es un verdadero privilegio tener una clase con alumnos como los que se encuentra aquí y que vienen de diferentes partes del mundo. El aprendizaje en el aula es un proceso bilateral.

 

Eres muy cercano a las humanidades y todas las formas de arte. ¿Qué ha aportado tu cercanía a las humanidades y al arte a tu profesión y manera de enseñar el derecho?

Mi pasión por las humanidades ha aportado más a mi trabajo académico que a mi trabajo profesional. Lo que verdaderamente me interesa es comprender la condición humana. Esta sensibilidad y curiosidad de investigar y comprender la condición humana tiene un impacto muy profundo en la enseñanza y en el tipo de preguntas que hago a mis alumnos. En NYU doy un curso muy popular que se llama “El proceso de Jesús”, el proceso más famoso y más importante en la historia del occidente, un proceso en el que se puede conocer la condición humana de manera muy profunda. Estos conocimientos son importantes para que los alumnos sean seres humanos más ricos.

No me considero marxista, y no dejo que mi vida profesional y mi trabajo me definan. Esta es una lección para todos mis alumnos. El trabajo es importante, pero hay cosas más importantes y más interesantes en la vida que el mundo del derecho.

 

¿Qué libro recomendarías a tus alumnos?

Todo el mundo conoce muy bien los relatos de Jorge Luis Borges, pero pocos conocen la poesía de Borges, que es muy distinta a sus relatos. Es difícil comprender como la misma persona que ha escrito estos relatos un poco irónicos, cree una poesía bastante negra y difícil.

Has escrito varios libros y una novela Der Fall Steinmann. ¿Tienes planeado seguir escribiendo?

Sí, estoy escribiendo mi segunda novela. Ya pasaron 20 años desde que escribí mi primera novela, que fue un éxito, así que voy por la segunda. Vamos a ver.