Planificación fiscal agresiva y armonización

Imagino que algunos países podrían resistirse a este tipo de enfoque armonizado porque, obviamente, están en guerras muy competitivas y quieren asegurarse de que las tasas fiscales corporativas sean las que les gustaría establecer para ganar la batalla. Entonces, ¿cuán probable es que lleguemos a un cierto grado de armonización en este campo teniendo en cuenta también la alta globalización del mundo, la elevada movilidad del capital y la rapidísima transición a la economía digital? No creo que la armonización sea la prioridad. Creo que lo que realmente se quiere detener es lo que llamaría la planificación fiscal agresiva y, cuando digo agresiva, me refiero a una planificación fiscal que en realidad implica no pagar nada o casi nada. Quiero decir que eso no tiene sentido, pero se puede hacer dentro de la ley. Eso es lo que se quiere detener en primer lugar. Ahora la armonización es un tema más complicado y no creo que sea algo a corto plazo. Pienso que a más largo plazo será cuando veamos los esfuerzos en ese sentido. Ahora, lo que se quiere detener es esta superagresiva planificación fiscal.