Daniel Precioso Garcelán
Nací en Madrid, donde pasé mi infancia y mis años universitarios. Para mí, la felicidad no consiste en hacer lo que quieres, sino en amar lo que haces. Aunque mi trabajo como profesor, investigador y cofundador de una startup no me deja mucho tiempo libre, procuro disfrutar de los pequeños placeres en mis ratos de ocio. Una de las cosas que más me gustan es juntarme con mis amigos los domingos por la mañana para tomar café con churros. Además, soy un poco nerd y me encantan los juegos de mesa: si alguien quiere crear un grupo de D&D en IE University, puede contar conmigo. Para compensar estas actividades tan sedentarias, me mantengo activo haciendo ejercicio físico y bailando. A pesar de que mis días están muy ocupados, intento aprovechar al máximo los momentos de relax con mis amigos y sacar tiempo para las aficiones que me hacen feliz.
“Saber de matemáticas y programación es como tener un superpoder que te abre las puertas a las oportunidades profesionales más interesantes, por mucho que cambie la tecnología”.
La ciencia de datos, una herramienta para la sostenibilidad
La curiosidad científica y la sed de investigación han acompañado a Daniel Precioso Garcelán durante toda su vida, y fueron las que lo llevaron a estudiar un Grado en Física en la Universidad Complutense de Madrid. Durante su primer curso, hizo un descubrimiento que, según explica, le cambió la vida: “Me apunté a una asignatura de programación, y allí encontré mi verdadera pasión”. Esa pasión le llevó a escribir su TFG sobre las aplicaciones del aprendizaje automático para la detección de transacciones fraudulentas con tarjetas, un trabajo que contó con la dirección del profesor David Gómez-Ullate.
Sus estudios de posgrado fueron un nuevo punto de inflexión para su carrera. Se matriculó en un Máster en Tratamiento Estadístico Computacional de la Información e inició una trayectoria de éxito en la ciencia de datos. Después, se doctoró en Ciencias Computacionales con una tesis sobre las aplicaciones del aprendizaje automático y la ciencia de datos a la economía azul, una experiencia que despertó su interés por el potencial de los datos para contribuir a la transición ecológica.
Daniel dice que los años del doctorado fueron de los mejores su vida. “Me llevó mucho trabajo escribir la tesis, pero también viví experiencias muy enriquecedoras”, explica. Al vivir en la maravillosa ciudad de Cádiz, tuvo la oportunidad de colaborar con empresas aeroespaciales, navieras y pesqueras, además de con hospitales. Durante la pandemia de COVID-19, puso sus conocimientos de análisis de datos al servicio de proyectos de asistencia.
También hizo muy buenas amistades, sobre todo con su compañero investigador Javier Jiménez. Junto con David Gómez-Ullate, ambos fundaron Canonical Green, una startup que utiliza la ciencia de datos para contribuir al desarrollo sostenible. “Tuve el privilegio de presentar ante el Parlamento Europeo nuestra solución para reducir la huella de carbono de la industria naviera y fue algo increíble”, comenta Daniel.
Recientemente se incorporó al claustro de IE University como profesor del Grado en Matemáticas Aplicadas, donde imparte clases de programación. Aunque podría decirse que es un nuevo cambio de rumbo, Daniel no lo ve así: “Toda mi formación en física y ciencia de datos se basa en los principios fundamentales de las matemáticas. Para mí era algo natural pasar a la docencia y poder transmitir mis conocimientos a las nuevas generaciones de matemáticos. En mi posición de primer investigador posdoctoral de IE University, quiero contribuir tanto a la enseñanza como a la investigación”.
Daniel considera que las matemáticas aplicadas son la combinación perfecta de los aspectos más teóricos de las matemáticas con las aplicaciones prácticas de la programación. El estudio de esta materia ayuda a conseguir una formación integral y a desarrollar habilidades para resolver problemas en el mundo real. Enseña la asignatura de Programación en primer curso y espera que, además de aprender Python, sus estudiantes lleguen a sentir la misma pasión por la programación que él.
Daniel cree que el Grado en Matemáticas Aplicadas es un programa que sin duda contribuirá al éxito profesional de los estudiantes. Les ayuda a desarrollar una mentalidad analítica y unas habilidades de pensamiento crítico que los convertirán en profesionales muy demandados en cualquier empresa o sector. Además, la programación y la ciencia de datos son cada vez más necesarias en todos los sectores. Python, en concreto, es uno de los lenguajes de programación más utilizados en la actualidad. Dado que gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Netflix dependen en gran medida de Python para el desarrollo de su software, los estudiantes encontrarán muchas oportunidades cuando se gradúen.
Como dice Daniel, “si combinas conocimientos matemáticos y de programación, tendrás un potente conjunto de habilidades de gran valor en el mercado laboral”. Contar con experiencia en estas dos áreas será indispensable en un futuro en el que las máquinas y automatización harán la mayoría de los trabajos. Sin embargo, Daniel añade que esto no tiene por qué ser algo negativo: “Simplemente significa que aparecerán nuevos tipos de trabajos que requerirán las habilidades especializadas que se aprenden con las matemáticas aplicadas”.
Con un conjunto de habilidades tan versátil, los graduados del programa podrán empezar una carrera de éxito en campos tan interesantes como:
Transición ecológica, utilizando la programación y los modelos matemáticos para llevar a cabo simulaciones sobre los cambios en el planeta.
Asistencia sanitaria, utilizando la programación y el cálculo tensorial para diseñar algoritmos avanzados de reconocimiento de imágenes.
Finanzas, aplicando sus conocimientos matemáticos a procesos bancarios y financieros clave.
Industria 4.0, utilizando las matemáticas y la programación para impulsar la innovación y la eficiencia en la nueva era industrial.
Daniel cree que el Grado en Matemáticas Aplicadas es una formación con un gran potencial para generar un impacto positivo en la sociedad. Abre las puertas a oportunidades profesionales muy distintas e interesantes en diversos sectores, donde los estudiantes podrán dejar huella e impulsar cambios significativos.