La Dra. Rosa María Boal, de IE Universidad, publica un libro que ayuda a las personas separadas y divorciadas a superar el sufrimiento psicológico de la ruptura.

La crisis económica no entiende de rupturas matrimoniales. Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en los primeros seis meses del año se produjeron más de setenta mil rupturas de pareja. El segundo trimestre de este año supuso un incremento de las rupturas familiares en España, de más del doce por ciento (37.102 rupturas) con respecto al primer trimestre, donde se produjeron treinta y dos mil novecientas sesenta y tres rupturas. O dicho de otro modo, más de cuatrocientas parejas se dicen adiós cada día y se produce una ruptura cada tres segundos y medio. 

Tras estos datos estadísticos se esconde el sufrimiento psicólogico de miles de personas a las que les cuesta encajar y superar el duro golpe de la separación. La psicóloga y profesora de IE Universidad Rosa María Boal Herranz, ha publicado recientemente el libro Separación y divorcio. De la desolación al autocrecimiento, una obra que se muestra como imprescindible para las personas que han pasado o que viven actualmente el muchas veces doloroso proceso de la ruptura matrimonial o de pareja.

El libro Separación y divorcio. De la desolación al autocrecimiento será presentado en IE Universidad el martes 9 de diciembre, a las 19:00 horas, en la Sala Capitular del Campus de Santa Cruz la Real. Además de la autora, participarán Cristina Simón, Decana de la IE School of Psychology, José María Sanz, Jefe del Departamento de Familia e Igualdad de Oportunidades, Andrés Torquemada, Concejal de Asuntos Sociales, Miguel Rubio, Profesor Dr. del Instituto Superior de Ciencias Morales y Octavio Hidalgo, Director de la Editorial PS, editora del libro.

¿Por qué es tan dolorosa la separación? El camino que recorre la persona que se separa es, en la mayoría de los casos, difícil. Para la profesora Boal, la separación y el divorcio suponen una cadena de rupturas y pérdidas fundamentales y básicas para la estabilidad emocional y para la seguridad y protección psicológica de las personas. Con la ruptura, se pierde la pareja y con ella la figura de apego, se pierden los hijos, familiares, amigos, bienes materiales como la casa, el estatus social, recursos económicos. Pero también, añade esta psicóloga, se pierden expectativas e ilusiones creadas, proyectos y sueños por realizar, el deseo de compartir la vida con una persona, una identidad o el sentido que tenía hasta entonces la vida. Para los hijos la situación puede ser igual de traumática o incluso más, "sobre todo porque ellos no lo eligen y porque a veces no tienen la libertad de actuar como a ellos les gustaría o necesitan".

Para evitar parte del sufrimiento de los hijos, la obra de Boal recomienda a los padres que les informen y expliquen adecuadamente los hechos, que les permitan dar su opinión y que expresen sus sentimientos. Esta experta insiste en la importancia de que los padres no les incluyan en la batallas de la pareja, no sean un obstáculo en la comunicación y en la relación con sus dos progenitores: "Los estudios de investigación muestran que cuando los padres hacen las cosas bien con sus hijos éstos sufren menos y tienen menos secuelas posteriores". 

El libro dedica un capítulo especial a cómo deben actuar los padres con los hijos. "Basándome en investigaciones recogidas, el libro indica a los progenitores cómo deben informar a los hijos de la decisión de separarse, cómo deben ayudarlos para la mejor adaptación a los nuevos cambios, cómo deben facilitar su duelo, y, sobre todo, qué deben hacer para evitarles daños graves como consecuencia de la separación", explica la doctora Boal. 

El primer consejo que la profesora de IE Universidad daría a una persona que acaba de separase es "que pida asesoramiento y ayuda, que no se quede sufriendo sola, que hay muchos recursos y muchas personas que la van a ayudar y apoyar para superar el trance". 

Entre los muchos comportamientos que alertan de que no se está superando el proceso de separación, Boal señala el estar permanentemente triste, deprimido, enfadado o no mostrar emociones, "que pueden ser síntomas de un duelo congelado". También señala perpetuar los recuerdos, mostrarlos o hablar de manera permanente de la persona separada, así como sentir frecuente añoranza o nostalgia de la vida con la pareja. Pero también lo contrario, es decir, evitar de manera habitual pensar o hablar de la pérdida y no poder ir a lugares donde iban juntos o, incluso, manifestar enfermedades sin causa biológica como dolores de cabeza, migrañas, problemas de colón, ataques de pánico, por ejemplo.

Para superar el proceso de separación -"un duelo normal estaría alrededor de año y medio a dos años, pero este margen puede oscilar hasta cuatro años incluso"- esta psicóloga recuerda que la persona dispone de recursos internos y externos. Los recursos internos son todos los que tiene una persona como propios -alta autoestima, la capacidad de superación, la confianza en sí mismo, el optimismo, la capacidad para crear alternativas o la adaptación a los cambios- o adquiridos-, es decir, el nivel económico o el nivel intelectual del sujeto. 

Recurrir a la ayuda de las instituciones, el apoyo familiar y de amigos, de grupos de autoayuda o de asociaciones de separados constituye la gama de recursos externos a los que se puede acoger una persona separada incapaz de salir del trauma de la ruptura. En este capítulo, Boal recomienda la ayuda de un psicólogo "porque va a ayudar a elaborar el duelo y todas las emociones intensas que se producen motivadas por todas las rupturas que se producen". "El psicólogo, afirma, ayudará a recuperar la autoestima pérdida en muchos casos, a crear nuevas alternativas y proyectos y a encontrar un nuevo sentido a la vida, en definitiva enseñar a seguir creciendo". Para Boal, los problemas físicos y psicológicos que pueden acarrear una ruptura matrimonial  se logran suavizar en gran medida con ayudas adecuadas. Además, subraya que "hay muchas personas que consiguen rehacer su vida solas o con otra pareja y tienen una vida nueva mejor".

Separación y divorcio. De la desolación al autocrecimiento es un libro recomendado a las personas que están en proceso de separación y divorcio o que ya se han separado o divorciado porque, según palabras de la autora, es "la manifestación de las vivencias de muchas personas separadas y divorciadas, y una persona en proceso de separación puede ver a través del libro que comparte situaciones, sentimientos y emociones con otras personas que han pasado por su misma experiencia". "Este hecho", añade, "le puede hacer sentir que no está solo y que lo que le está pasando no es porque es raro o diferente". Por otra parte, Boal recomienda la lectura del libro porque trata de un proceso que es doloroso pero superable y afirma que muchas personas en un caso similar al suyo han salido de este trance y han encontrado de nuevo el bienestar físico, psicológico y social; y también porque indica un camino, es como una guía que proporciona recursos internos y externos.