Razones para sacar a Shakespeare del modelo hipotecario

El modelo hipotecario desempeña un papel clave en la economía. El modelo europeo que impide la dación en pago hace las crisis más frecuentes y ralentiza las recuperaciones económicas. Estos efectos son especialmente negativos en entornos de tipos de interés bajos, como los presentes desde la última crisis financiera.

Razones para sacar a Shakespeare del modelo hipotecario

En El mercader de Venecia, de William Shakespeare, el mercader debe responder por sus deudas hasta con su propia carne. Este sistema está en las antípodas de la dación en pago, que es un sistema hipotecario que permite saldar la deuda con la entrega del inmueble al prestamista. La dación en pago es el sistema hipotecario dominante en la práctica en Estados Unidos. En cambio, Europa está más cerca del modelo “shakespeariano” y la deuda hipotecaria hay que pagarla siempre. Esto es, no hay dación en pago e, incluso entregado el bien hipotecario, hay que saldar la deuda resultante.

La gravedad de la última crisis económica (la “Gran Recesión”) y el gran número de desahucios han generado mucho debate sobre la dación en pago. Los argumentos son principalmente de “justicia o equidad”. No obstante, es importante analizar la introducción de la dación en pago en Europa con argumentos de eficiencia macroeconómica.

 

Estados Unidos salió antes de la última crisis

Estados Unidos y países como Irlanda o España siguieron patrones muy similares antes de la última crisis (boom inmobiliario y amplios déficits exteriores) y al inicio de la crisis. Por ejemplo, las caídas iniciales de los precios de la vivienda o el PIB (producto interior bruto) son similares y los tipos de interés de política monetaria alcanzan la cuota inferior cercana a cero. Sin embargo, lo que no es tan conocido es que las dinámicas de la recuperación económica son muy distintas. La economía estadounidense se ha recuperado mucho antes. Esto se debe a una recuperación más rápida del consumo privado y al sistema hipotecario americano.

Los hogares americanos redujeron la carga de su deuda hipotecaria más rápidamente, mediante la entrega de la vivienda a los bancos. Esto les permitió mayores niveles de consumo y un efecto multiplicador con efectos positivos para toda la economía, incluidos los bancos. Las hipotecas estadounidenses con dación en pago fueron un alivio para los usuarios y, al mismo tiempo, un soporte para el crecimiento económico del país.

Los efectos beneficiosos de la dación en pago están especialmente presentes cuando las economías entran en bucles negativos en los que la política monetaria tradicional deja de funcionar.

Cuando la economía entra en un bucle negativo

Tras comprobar cómo la economía estadounidense y la europea han tenido un ritmo de recuperación muy distinto, queda patente que la dación en pago en situaciones normales restringe el acceso al crédito y lo encarece, especialmente para los prestatarios más arriesgados. Esto reduce la posibilidad de crisis, pero también los precios inmobiliarios y la vivienda en propiedad.

Los efectos beneficiosos de la dación en pago están especialmente presentes cuando las economías entran en bucles negativos en los que la política monetaria tradicional deja de funcionar. Los tipos de interés monetarios quedan atrapados en cero y los bancos centrales solamente pueden usar instrumentos no convencionales cuya eficacia y efectos secundarios aún no se conocen con precisión. Esta es la realidad de la mayoría de las economías del mundo desde 2008-2009 y, posiblemente, es el futuro cercano, puesto que la próxima recesión llegará con los tipos aún muy bajos. Esto nos lleva a pensar que, cuando el Banco Central reduzca los tipos de interés, entraremos de nuevo en ese bucle negativo llamado “trampa de liquidez”.

Otro elemento negativo de la ausencia de dación en pago es que los bancos no tienen incentivos para internalizar tanto los efectos en los precios como los macroeconómicos de los desahucios. La literatura académica ha documentado con frecuencia que los desahucios contribuyen a bajar los precios de las viviendas en exceso. Sin dación en pago, los bancos no sufren apenas si la vivienda subastada se vende a precios irrisorios, ya que la deuda hipotecaria se mantiene. De este modo, la ausencia de dación en pago genera aún mayores caídas en los precios de la vivienda.

Las hipotecas estadounidenses con dación en pago fueron un alivio para los usuarios y, al mismo tiempo, un soporte para el crecimiento económico del país.

Europa habría podido crecer más rápidamente

Ante esta situación, debemos formularnos una pregunta clave: ¿cuánto tiempo antes habría salido Europa de la recesión poscrisis si su sistema hipotecario hubiera permitido la dación en pago? La respuesta es que el diferencial de crecimiento, que es actualmente favorable a Estados Unidos, se habría acortado un 30 %, que es una cantidad muy importante.

Dado el entorno de tipos de interés bajos que limitan a los bancos centrales y el escaso margen de maniobra fiscal de los gobiernos con alta deuda pública, una conclusión de esta línea de investigación es que argumentos macroeconómicos recomiendan la dación en pago en Europa. Es tiempo de que los políticos anticipen cómo combatir la próxima crisis económica. Saquemos a Shakespeare del sistema hipotecario.

 

© IE Insights.

 

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