Daniel Martin Katz: Con el 'legaltech', el sector vivirá una especie de industrialización

En una entrevista a Expansion Jurídico, el Profesor del Master en Legaltech Daniel Martin Katz, aseguró que apuesta por que los abogados desarrollen su propia tecnología y la integren en su trabajo para ser más eficientes.

En las clases de Daniel Martin Katz, sus alumnos un día aprenden a programar algoritmos con sistemas de inteligencia artificial y al siguiente las enmiendas de la constitución estadounidense. "Es un modelo politécnico de afrontar los desafíos legales que les va a plantear su profesión", explica el científico de Chicago-Kent College of Law y profesor de nuestro Master en Legaltech.

Por eso, para Martin, el futuro de la abogacía debe pasar por la integración de las herramientas que las start up legales ponen a disposición de los despachos. "Con el legaltech, el sector vivirá una especie de industrialización", explica el científico sobre las posibilidades que se abren en campos como la automatización de contratos o la predicción de riesgos que incluyen las operaciones. "Se trata de que los abogados dejen de utilizar las tecnologías que ya existen en el mercado y creen las suyas propias", afirma Martin.

 

Impacto en la profesión

En este sentido, el experto apuesta por que los profesionales del sector abandonen su carácter conservador y se abran a la llegada de la innovación, que dotará de más valor a su trabajo. "No vamos a vivir un apocalipsis en el que las máquinas sustituyan a los abogados", señala el experto que, sin embargo, considera que la combinación de machine learning e inteligencia artificial se encargará de ofrecer nuevas herramientas que, controladas por expertos, acabarán con ciertos trabajos. "Pasó hace siglos en otros sectores: La llegada de la tecnología sustituye a las personas en las tareas más repetitivas. Además, de un modo más eficiente, lo que permite reducir los costes".

Así, para Martin, la innovación permitirá que el abogado dedique más tiempo a atender al cliente y que aproveche las máquinas para rentabilizar su trabajo.

De cara al cliente, el binomio formado por la ciencia y el profesional permite que los despachos ofrezcan soluciones mucho más especializadas. "Hasta ahora, hablábamos del ecosistema legal como un sector de servicios, pero cada vez se orienta más hacia los productos. Y esto es así porque al cliente le da igual de dónde venga la solución a su problema, y si se lo resuelve una máquina o un humano. Lo que quiere es un trato eficaz, y si es a un coste no muy elevado mucho mejor", afirma Martin.

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