La importancia de las habilidades analíticas, interpersonales y emocionales en la formación del futuro abogado

La alumna del Doble Grado en Derecho y Relaciones Internacionales, Bárbara Gómez Cortés, cuenta a Expansión Jurídico, cómo su experiencia en la Europa Moot Court Competition la ha llevado a desarrollar habilidades esenciales para su futuro profesional.

 Por Bárbara Gómez Cortés, alumna del programa LLBBIR de IE Law School, para Expansión Juridico

Cuando hablamos de educación universitaria, las clases teóricas son esenciales pues deben de ser el cimiento sobre el que se construye toda práctica. Sin embargo, para muchos estudiantes de Derecho, la primera experiencia profesional suele ser una gran sorpresa, y es que las habilidades necesarias para sobresalir como abogado, no sólo se aprenden de los libros, sino también de una formación consistente de experiencias disruptivas, desafiantes y multidisciplinarias.

El mundo está cada vez más interconectado; hay más oportunidades y mayores retos, nuevas y obsoletas áreas de trabajo. Para adaptarnos al cambio constante que esto conlleva, como abogados se nos exigirá un grado de adaptación y flexibilidad que solo podremos conseguir si hemos desarrollado habilidades analíticas, interpersonales y emocionales. Es común escuchar que éstas "se aprenden con los años" pero, lejos de esperar a que los años de práctica nos formen casualmente, es de gran utilidad que, durante nuestros años de estudio, experimentemos la práctica más allá de los libros y vivamos experiencias formativas que nos saquen del confort del salón de clase.

Hace algunos meses, tuve la oportunidad de participar en la sexta edición del Europa Moot Court Competition y ser parte del equipo que ganó el primer lugar. Los Moot Courts o Tribunales Simulados son una gran oportunidad para desarrollar estas habilidades. En primer lugar, practicas el arte de la persuasión y vences el miedo a la audiencia. La comunicación efectiva es fundamental pues, aunque tengas el mejor y más elaborado argumento, si no lo sabes expresar efectivamente, puedes llegar a perder un caso o un cliente.

En un Moot también debes de resolver un caso práctico, así como exponer y defender una posición con cierto grado de improvisación. La resolución de casos prácticos nos permite desarrollar habilidades analíticas pues debes comprender la situación y el contexto, identificar cuál es el problema, aplicar el conocimiento teórico a una situación real y redactar el asesoramiento de una manera concisa y comprensible.

Este tipo de experiencias disruptivas y desafiantes permiten simular un ambiente de trabajo y son una gran oportunidad para crear un espacio seguro de conversación en donde aprendamos a expresar y conocer las emociones que se derivan de ejercer nuestra profesión

Asimismo, a través de experiencias como ésta aprendes a trabajar en equipo similarmente a como se hace en un despacho ya que se asume una responsabilidad colectiva por los logros y derrotas de cada integrante bajo un ambiente de alta presión. Trabajar en equipo y no renunciar en el intento requiere de comunicación, empatía, liderazgo y adaptabilidad.

Por último y en mi opinión lo más importante, es que este tipo de experiencias disruptivas y desafiantes permiten simular un ambiente de trabajo y son una gran oportunidad para crear un espacio seguro de conversación en donde aprendamos a expresar y conocer las emociones que se derivan de ejercer nuestra profesión. La inteligencia emocional profesional es una habilidad que se adquiere a través de la introspección. Si desarrollamos desde ahora el hábito del análisis personal, podremos afrontar con mayor facilidad el reto de trabajar en un sector tan demandante, competitivo y desafiante. Para muchos de nosotros, el ejercer el derecho es de lo más gratificante que nos podemos imaginar, pero, naturalmente, la práctica es un reto en todos los aspectos y para un futuro abogado, la salud emocional debe ser prioridad